En los últimos tiempos, se ha registrado una disminución en el consumo de carne vacuna en Argentina, lo que ha generado diversos análisis y especulaciones.
Si bien es cierto que el consumo de carne vacuna ha disminuido un 25 por ciento entre el año 2000 y 2023, pasando de 67,98 kilos a 50,80 por persona, este dato no representa la imagen completa del consumo de proteínas de origen animal en el país, según advirtió el Dr. Daniel Urcía, presidente de Fifra, en una editorial.
Es importante destacar que la caída en el consumo de carne vacuna no se traduce en una disminución del consumo total de proteínas de origen animal. La incorporación de otras carnes, como la de ave y cerdo, ha compensado la reducción en el consumo de carne vacuna.
De hecho, Argentina se posiciona como el país con el mayor consumo de carnes en Sudamérica y el segundo a nivel mundial, con un total de 114,6 kilos de carne por persona en 2023. Este dato supera el consumo de países como Brasil (100,8 kilos), Uruguay (91,3) y Australia (107,2), siendo superado únicamente por Estados Unidos (128,7).
El mercado argentino de carnes se encuentra bien abastecido gracias a la producción de las tres principales carnes: vacuna, de ave y porcina. La industria frigorífica ha logrado mantener su actividad a pesar de los aumentos en los costos de producción, gracias a la eliminación de las restricciones a la exportación.
Para el futuro, se espera un proceso de retención de hacienda, lo que podría disminuir la oferta y aumentar la presión de los costos a nivel industrial. En este contexto, será crucial la eliminación de los costos fiscales y la eficiencia en la industria para mantener la competitividad, explicó.