En su recta final, la siembra de soja cubre el 99,2 por ciento de las 18,4 millones de hectáreas, restando avanzar sobre el norte del área agrícola., según lo informado por la Bolsa de  Cereales de Buenos Aires.

Si bien en los últimos días se han registrado precipitaciones, principalmente sobre Córdoba, sur de Santa Fe y Entre Ríos, en el norte de Buenos Aires han sido heterogéneas tanto en su intensidad como en su distribución. La condición de cultivo Normal/Buena ha disminuido en 5,6 puntos, al igual que la condición hídrica Adecuada/Óptima, que cayó 5 por ciento, a pesar de las últimas lluvias.

La falta continua de humedad y las altas temperaturas, principalmente sobre el Núcleo Sur y Centro-Este de Entre Ríos, ha impactado sobre rendimiento potencial de soja de primera. A su vez, dichas condiciones también han afectado a la soja de segunda, sobre el Núcleo Sur y el Norte de La Pampa-Oeste de Buenos Aires, resultando en una reducción del stand de plantas. Bajo este contexto, se realizó un ajuste en la producción, que se redujo en un millón de toneladas, alcanzando los 49,6 millones.

En lo que respecta a maíz con destino grano, la siembra cubre el 98,3 por ciento del total nacional, luego de un progreso intersemanal de 3,2 puntos porcentuales. La falta de lluvias y las altas temperaturas registradas durante las últimas semanas de diciembre y los que va del mes de enero han impactado inicialmente en la condición hídrica del suelo y, en consecuencia, en la condición del cultivo de maíz, limitando el potencial de rendimiento.

Las zonas más afectadas han sido las del centro-este agrícola, con un foco crítico en los partidos que integran la zona núcleo sur y el oeste bonaerense. Si bien los maíces tempranos sembrados en septiembre lograron escapar a la etapa más seca, los cultivos implantados en octubre y principios de noviembre han sido los más perjudicados, ya que atravesaron su período crítico en plena sequía.

Por otro lado, los planteos sembrados en diciembre y enero transitan su periodo vegetativo con menor demanda hídrica, presentando síntomas de estrés hídrico como acartuchamiento de las hojas, aunque podrían recuperarse si las lluvias regresan a la región. En este contexto, nuestra proyección de producción se reduce a 49 millones de toneladas, lo que significa un millón por debajo de la proyección anterior.

Finalmente, en cuanto al girasol, el avance de cosecha se ubica en 4,7 por ciento del área apta, con un rendimiento medio que asciende a 19,7 quintales por hectárea. Por otro lado, las escasas lluvias y la elevada demanda hídrica del cultivo han disminuido considerablemente las reservas del perfil.

Actualmente, el 45 por ciento del área presenta condición hídrica Adecuada/Óptima, lo que representa una disminución de diez puntos respecto a la semana previa. Asimismo, a nivel nacional el 87 por ciento presenta una condición del cultivo Normal/Excelente, con una caída de 8 p.p. en comparación al pasado informe. Esta disminución se concentra principalmente en el Sudoeste de Buenos Aires-Sur de La Pampa y el Sudeste de Buenos Aires, donde la condición de cultivo Regular/Mala se incrementó en 14 y 10 puntos porcentuales, respectivamente. 

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