El reciente Simposio Fertilidad, evento anual organizado por Fertilizar Asociación Civil, se convirtió una vez más en un punto de encuentro clave para el sector agropecuario, destacando la búsqueda constante de la eficiencia y la sostenibilidad en la producción.

En diálogo con la prensa durante el simposio, María Fernanda Sanjuan, Directora Ejecutiva de la entidad, compartió su visión sobre la importancia del evento, las tecnologías emergentes y los desafíos pendientes en la nutrición de cultivos.

Sanjuan expresó una «satisfacción increíble» por la organización del simposio, un evento que, si bien «no es fácil» de montar, es gratificante al ver que «el productor, el asesor, los técnicos, las empresas están buscando cada vez hacer mejor agronomía».

Este deseo de perfeccionamiento cobra especial relevancia en vísperas de una campaña que se presenta con «humedad», superando los problemas de sequía de años anteriores.

Para Sanjuan, el hecho de que la gente busque activamente información sobre tecnologías con este panorama «habla de una campaña que va a ser una oportunidad para los agrónomos para lucirse», tomando protagonismo frente al enfoque financiero que pudo primar en campañas adversas. La expectativa para la siembra de cultivos de invierno (trigo y cebada) es «muy interesante», y la información presentada en el simposio es clave para «levantar esos rendimientos».

Entre los temas centrales del simposio, se abordó la incorporación de la Inteligencia Artificial (IA) en la fertilización. Sanjuan describió los paneles sobre IA como «disruptivos», señalando que esta tecnología «va a implicar para el productor saber a ciencia exacta cuál es el producto que tiene que aplicar en su cama».

Destacó la diferencia generacional en la adopción de estas herramientas: si bien para su generación es una «sorpresa total», ve a los jóvenes profesionales de 25 años incorporándola con «naturalidad», lo que sugiere que para ellos será lo «cotidiano» a futuro. La IA debe incorporarse, y ante la velocidad de la información, el asesoramiento profesional se vuelve «cada vez más importante y más relevante».

Sin embargo, en contraste con estas tecnologías de vanguardia, Sanjuan puso de manifiesto un desafío básico y persistente: si bien la IA permite afinar la aplicación, «no nos podemos quedar con un simple análisis de suelo aunque hay muchos muchos productores que ni siquiera están con el análisis de suelo». Para la Directora Ejecutiva de Fertilizar, tener el análisis de suelo «es fundamental», «tiene que estar», y «ya ni se discute». La información y los datos están disponibles, como lo mencionara el Dr. Ignacio Ciampitti en uno de los paneles, y «tenemos que aprovecharlos».

Otro panel «muy particular» del simposio tuvo que ver con la Salud, conectando lo productivo con la dieta humana cotidiana. Contó con especialistas en nutrición de cultivos, nutrición humana y un representante de FAO, uniendo «la agricultura y los alimentos».

Sanjuan explicó que hay «muchas más semejanzas» entre la salud del suelo/cultivo y la salud humana de lo que se piensa, y que las necesidades humanas de nutrientes y minerales para una dieta equilibrada «las deberíamos contemplar cuando sembramos» y definimos la estrategia de fertilización. Puso como ejemplo un maíz bien fertilizado con nitrógeno, fósforo, azufre y zinc; ese zinc va al grano, y al consumir polenta hecha con ese maíz, los hijos estarían ingiriendo una «dosis adecuada de zinc» sin necesidad de recurrir a medicinas o suplementos.

Sanjuan reflexionó que si los nutrientes vinieran de forma adecuada en los alimentos, habría «mucho menos requerimientos» de suplementos y la solución sería «mucho más universal», especialmente para quienes no pueden acceder a medicamentos.

Esta conexión llevó a Sanjuan a una reflexión profunda sobre la responsabilidad del productor agropecuario: «los que estamos en el campo y en el lote entendamos y nos la creamos de que estamos produciendo alimento». El trabajo no termina cuando «se va el camión del campo con el grano», sino que «llega a la mesa de la gente. Así de importante, así de responsable, así de grande es el impacto del sector».

Las decisiones que el productor toma tienen ese impacto, lo que implica una «responsabilidad enorme», pero a su vez, hace que la tarea sea «así de noble». Finalmente, subrayó que, si bien el rendimiento es la medida habitual de éxito, «tener alimentos de calidad también nos hace exitosos», destacando la importancia de la calidad de lo producido.

El Simposio Fertilidad 2025, a través de las palabras de María Fernanda Sanjuan, dejó un mensaje claro: el sector avanza en la adopción de tecnologías como la IA, pero tiene desafíos fundamentales pendientes como la masificación del análisis de suelo, todo ello enmarcado en una creciente conciencia sobre el impacto de la nutrición de cultivos en la salud humana y la calidad integral del alimento.

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