Desde San Juan y con una mirada a largo plazo, la compañía cordobesa -reconocida por su liderazgo en el sector manisero- apuesta al cultivo que hoy marca tendencia en Argentina y busca replicar su modelo de innovación para sumar valor a una nueva industria.
En los últimos diez años, el cultivo de pistacho en Argentina creció de menos de 800 a casi 8.000 hectáreas, concentrando más del 90% de su producción en la provincia de San Juan.
El fenómeno no se limita al agro: heladerías premium, marcas gourmet, cosmética natural y productos de exportación hicieron del pistacho el fruto seco del momento. En ese contexto, Prodeman -referente nacional en la transformación del maní- consolida su presencia en este sector alimentario, con 300 hectáreas en producción de pistacho y proyección de crecimiento.
La historia comenzó en 2018, cuando la compañía cordobesa identificó el potencial de este cultivo de alto valor y se propuso replicar su modelo de innovación, trazabilidad y desarrollo sostenible aplicado al maní. Hoy, esa visión se concreta en un campo de 500 hectáreas implantadas en la localidad de 9 de Julio, San Juan, una de las zonas más estratégicas para el pistacho argentino.
“Este paso refleja nuestra manera de hacer las cosas: con tiempo, convicción y una mirada puesta siempre en el largo plazo. Venimos de transformar una industria y ahora queremos aportar al crecimiento de otra”, destacan desde el directorio de Prodeman.
La operación cuenta con infraestructura moderna, sistemas de riego adaptados al clima seco del oeste argentino y asesoramiento técnico especializado. La cosecha se realiza en marzo con acopio en origen, y actualmente se comercializa en bolsas de 10 y 12 kilos bajo esquema de fason.
La apuesta de Prodeman se da en un momento clave para el sector: aunque el pistacho tiene gran proyección internacional, el crecimiento del consumo interno es hoy el verdadero motor del negocio. Su imagen premium, sus múltiples aplicaciones y el entusiasmo de los consumidores argentinos lo posicionan como un producto con enorme valor agregado y alto potencial en el mercado local.
Hoy, el pistacho representa para Prodeman lo que en su momento representó el maní: la posibilidad de pensar distinto, sumar calidad, y aportar al desarrollo de una economía regional con impacto real. Desde el corazón pistachero argentino, la empresa vuelve a sembrar futuro.
