Durante el seminario realizado por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) en Mar del Plata, una de las expositoras fue Natalia Aguilar, coordinadora del Proyecto Bienestar Animal en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).

Se centró en analizar el impacto del bienestar animal en la competitividad de la industria de la carne vacuna en Argentina.

Durante su intervención, Aguilar subrayó la evolución del concepto de bienestar animal en la industria ganadera y su creciente importancia. “El bienestar animal ya no es solo una moda pasajera, sino un enfoque necesario y valioso en la producción de carne vacuna. Es fundamental tener indicadores confiables para medirlo y mejorar continuamente”, destacó Aguilar.

En relación a la evaluación del bienestar animal, Aguilar explicó: “Hoy en día, contamos con indicadores validados que abarcan distintos aspectos de la vida de los animales. Desde su nutrición y salud hasta su entorno y comportamiento social, todos estos elementos contribuyen al bienestar integral”.

También compartió avances concretos logrados en los últimos años en Argentina. “Hemos trabajado en la validación de indicadores específicos y en la adaptación de protocolos internacionales a nuestras condiciones locales. Esto nos permite evaluar de manera efectiva el bienestar animal en diferentes contextos de producción”, enfatizó Aguilar.

En cuanto a los sistemas de feedlot, Aguilar mencionó un protocolo de evaluación que ha sido desarrollado en colaboración con la Cámara Argentina de Feedlots. “Este protocolo, adaptado a nuestra realidad, busca garantizar el bienestar de los animales en estos sistemas de engorde intensivo”, explicó.

En el contexto de los sistemas pastoriles, Aguilar resaltó la importancia de la sombra natural para el bienestar animal. “Estamos investigando cómo los animales reaccionan ante diferentes tipos de sombra y microclimas. Los sistemas silvopastoriles, que promueven la presencia de árboles y sombras naturales, contribuyen significativamente al confort de los animales”, señaló.

En relación a los consumidores y su papel en el bienestar animal, Aguilar recordó el impacto del libro “Animal Machines” en Europa en 1965. “Desde entonces, la conciencia sobre el trato de los animales en la producción de alimentos ha crecido. Los consumidores exigen un enfoque ético y respetuoso hacia los animales en la cadena de suministro”, afirmó.

Concluyendo, Natalia Aguilar subrayó que el bienestar animal no solo beneficia a los animales, sino también a la calidad de los productos y al medio ambiente. “Al promover el bienestar animal, garantizamos que nuestros productos sean de alta calidad y sostenibles. Es un enfoque que une a la industria, los consumidores y la naturaleza”.

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