Durante la reciente ExpoStine Tandil, Daniel Novoa -director de investigación de maíz en la reconocida empresa- reveló cómo están rompiendo paradigmas y ofreciendo nuevas alternativas a los productores de maíz.
Desde la llegada de la compañía en 2017, la empresa notó que solo había un tipo de maíz disponible para los productores, lo cual limitaba su capacidad de adaptación a diversas condiciones. Para cambiar esto, Stine introdujo tres grupos de híbridos de maíz con características distintivas: “cortos”, “petisos” y “bestias”. Cada uno de estos grupos ofrece diferentes comportamientos, adaptabilidades a regiones específicas y resistencia a insectos y herbicidas gracias a la tecnología Víptera 3.
Según Novoa, los híbridos “cortos” son los más adecuados para la zona sudeste, con una madurez relativa entre 110 y 114 días. Estos permiten a los productores alcanzar la madurez fisiológica en abril y comenzar el período de secado, lo que les facilita una cosecha en mayo con humedades óptimas.
En contraste, los híbridos denominados “bestias” presentaban desafíos debido a las altas humedades que se mantenían en la región durante el invierno, lo que dificultaba el secado del cultivo. Por tanto, los híbridos “cortos” se han convertido en los más adaptados a la zona.
En cuanto a los rendimientos esperados, Novoa destacó que estos pueden variar según el año y las condiciones específicas del lote y la fecha de siembra. En un buen año, como el actual, con una siembra a finales de noviembre, se espera obtener alrededor de 10.000 a 12.000 kilogramos por hectárea.
Novoa también compartió información sobre un nuevo material experimental que están desarrollando en Stine: el “0035”. Este híbrido combina la tecnología Víptera 3 con la tecnología Clearfield, que proporciona resistencia adicional a herbicidas específicos.
El enfoque innovador de Stine en la investigación de maíz y la oferta de híbridos adaptados a diferentes condiciones están siendo elegidos en la región.