Se trata de la más baja desde la campaña 2015/16 y se ubica diez millones de toneladas por debajo del anterior ciclo productivo y casi 6,6 MTn por debajo a la producción promedio de las últimas cinco campañas.
Así lo señaló la Bolsa de Cereales de Buenos Aires en el informe de cierre de la campaña triguera.
Además, se sembraron 6,1 millones de hectáreas, la superficie más baja desde la campaña 2017/18. En términos regionales, las mayores caídas interanuales del área fueron reportadas sobre el NOA, Centro-Norte de Córdoba y Santa Fe y Sur de Córdoba donde de la falta de humedad superficial durante la ventana de siembra dificultó el avance de las sembradoras, dejando unas 600 mil hectáreas fuera de la campaña 2022/23.
La campaña finalizó 8,1 millones de toneladas por debajo del escenario inicial de lanzamiento como consecuencia de la ausencia de precipitaciones sobre gran parte del área agrícola, que condicionó el crecimiento y establecimientos de los componentes del rendimiento, y las mermas generadas por las heladas reiteradas en estadios críticos.
El rinde promedio nacional fue de 22,8 quintales por hectárea, una caída interanual de 34,5 por ciento y de 26,6 respecto al rendimiento promedio de las últimas 5 campañas. Es el más bajo desde la campaña 2008/09.
La cotización del trigo se mantiene en niveles elevados (29 por ciento interanual) sin embargo la significativa reducción de las cantidades producidas (45 por ciento menos) generarían un aporte a la economía de 3.700 millones de dólares en el 2023, un 36 por ciento por debajo del valor récord del año pasado.
Adicionalmente, generaría exportaciones por USD 2.300 millones (55 por ciento menos interanual) y aportaría mil millones en recaudación fiscal (33 por ciento menos).