En el Simposio Fertilidad, organizado por la Fertilizar Asociación Civil, se abordaron los desafíos clave de la nutrición de cultivos en Argentina. Martín Díaz Zorita, docente e investigador del Conicet, ofreció una mirada profunda sobre el estado actual de la fertilización y las brechas existentes.
Díaz Zorita señaló que, si bien se reconoce el valor de la fertilización en el país, la práctica frecuente es aún insuficiente. «Más del 70% del área agrícola, ponderando todos los cultivos, recibe todos los años fertilizantes», afirmó, pero inmediatamente aclaró que esta aplicación se realiza en dosis insuficientes respecto a las extracciones de nutrientes. Esta «brecha de aplicación» genera un impacto tangible: la fertilización en promedio está un 17% por debajo de lo que se podría estar produciendo.
Las causas principales de esta brecha son multifacéticas. Una de las más importantes es la falta de análisis de suelo. A pesar de que existe conciencia sobre la necesidad de fertilizar, las estrategias de aplicación son a menudo «sub consideradas» por no contar con un diagnóstico adecuado del recurso suelo. Si bien las «mejores estimaciones hablan de hasta un 40% del área con conocimiento del análisis de suelo», la información del entrevistado y de Fertilizar indica que la cifra es considerablemente inferior, no superando el 20% a nivel por cultivo.
Otro factor que contribuye a la insuficiencia en la aplicación es la subestimación de la expectativa de producción. A pesar de incorporar tecnologías (como la elección de híbridos, fechas de siembra o densidades), los productores tienden a estimar rendimientos por debajo del potencial real, lo que lleva a una menor inversión en fertilizantes. La incertidumbre sobre cuánto se producirá hace que la contribución de la fertilización parezca más dudosa.
Un punto crucial destacado por Díaz Zorita es que esta problemática es transversal. Contrariamente a lo que podría pensarse, la condición de la propiedad de la tierra (arrendada o propia) no determina significativamente el uso de fertilizantes. Los mapas de suelo muestran que casi el 80% del área agrícola tiene niveles que limitan la producción, y esta limitación afecta «indistintamente ambientes con de propietarios que producen y de propietarios que arriendan». La toma de decisiones sobre fertilización es «transversal».
Más allá de los cultivos anuales, Fertilizar ha comenzado a poner el foco en la fertilización de pasturas para la ganadería. Este ámbito presenta un «signo de pregunta muy grande», ya que la información es «mucho más heterogénea e insuficiente» que en agricultura. Además, los objetivos son distintos: en pasturas, la nutrición no busca solo maximizar la producción acumulada, sino también adelantar momentos de pastoreo o permitir «mejores tasas de recuperación». La entidad está trabajando para «empezar a darle números a esos análisis», estudiando la nutrición en los ambientes de pasturas actuales.
En síntesis, Argentina ha avanzado en el uso de fertilizantes, con una amplia área que recibe aplicaciones anuales. Sin embargo, el gran desafío reside en cerrar la brecha entre lo aplicado y lo necesario, lo cual requiere mejorar significativamente el diagnóstico a través del análisis de suelo y ajustar las expectativas de producción. Asimismo, la nutrición de pasturas se presenta como un área clave para explorar y desarrollar, con objetivos específicos ligados a la eficiencia y la calidad forrajera.